¿De donde es el “Harapos” Morales?

He visto que se lo adjudican en muchos lugares. He visto que hay quienes juran que el “Harapos” es de la ‘Perla Tapatía.’ Otros dicen que este jugador, que desbordaba lo mismo por la izquierda que por la derecha, es de algún rancho aledaño al pueblo de Zacatepec, en donde hizo de las suyas por muchos años y se le quiere como propio.

También he visto que los norteños de Tijuana, allá donde a según el “Harapos” vive ahora con su familia, dicen que el otrora melenudo vio la luz primera en tierra fronterizas.

Y el misterio no lo aclara ni el mismo ya que donde quiera que le preguntan que de donde es siempre dice “de aquí.”

Y creo que así es. Este hombre, este futbolista de abolengo, de historias de alucinación y de origen místico es de todos lados y de ninguno. El tipo es una colorida parte de la historia del futbol mexicano y se le recuerda con mucho cariño. Es que de verdad que volaba por las cuatro latitudes del campo de futbol en cualquier estadio en el que jugaba. Y es que dejaba el alma en cada partido. Es que siempre fue diferente.

Ya mejor ni quiero saber de donde es el greñudo. Solo quiero saber en donde juega para ir a verlo.

Regresó “El Harapos” al Coruco Diaz

¡Que calor! Ese pasto, que ni es pasto sino más bien fuego verde, recibió a las leyendas de antaño. Que gusto verlos juntos de nuevo. Que emoción escuchar sus nombres por el sonido local y a la gente gritar como si fuese el 82’. Ahí está Mario Hernandez y Rodolfo, los que le conocemos le decimos ‘Triquis.’ Tambien está el profe Tafoya que no se raja y el goleador Ricardo Castro.

Y el Harapos.
Ese mi Harapos.

Que gusto me da verte jugar de nuevo aquí. Que gusto verte correr por el campo en el que dibujabas jugadas de maravilla firmadas con un gol. Que gusto ver como nos recuerdas que esto es, a final de cuentas, un juego y que a ti no se te olvida como jugar.

Que gusto ver como tocas y te desmarcas. Ese centro templado. Ese pase con intención. Esos ademanes inconfundibles. Esos gritos de la gente que no te olvida. Se te quiere por estos rumbos Alfredo. Aquí está tu casa. Diste todo de ti y eso no se olvida. Por eso se te extraña. Por eso se te viene a ver cuando nos visitas.

Yo sé cuanto quieres a este equipo y a esta gente. Se te ve en la mirada. Se te nota en tu manera de pisar el terreno de juego: con respeto, con valentía y con mucho amor a la camiseta. Ya no los hacen como ayer. Y pocos tenemos el gusto de decir tenemos un símbolo que es leyenda. Porque eso es lo que eres Harapos. Porque en eso te convertiste con el sudor de tu camiseta, mucho corazón y lagrimas, tanto de felicidad como de tristeza.

Pero aquí estas de nueva cuenta, aunque sea por un ratito. Algunas cosas nunca cambian, como el calorón del Coruco y el cariño que la gente te tiene. Ese mi Harapos. Que gusto, de verdad, verte de nuevo jugar aquí. Regresaste, pero te juro que para mi siempre has estado aquí.

¿Y la Selección Apá?

A que Chucho Ramírez. La verdad, si somos sinceros y más que nada si Chucho es sincero, tiene que admitir que no aceptó la invitación a ser parte del cuerpo Técnico de Eriksson por arrogancia, y no por orgullo que es distinto. No aceptar ser “el segundo” de un entrenador que ha recorrido el mundo, dirigido a varios de los equipos más importantes de Europa, dirigido a Selecciones de Primer Mundo es más bien desperdicio de oportunidad.

La verdad yo no veo con malos ojos que un entrenador de más que comprobada categoría y renombre Mundial venga a México.

¿Cómo no se va a voltear al exterior si los locales NO han dado el paso que tanto “se ha buscado”?

¿Quién lo va a dar?

¿Arias?

¿Tena?

¿El ‘Chepo?

¿El Tuca?

La capacidad de Ramírez esta demostrada. Es capaz de encontrar talento joven y de crear un buen ambiente entre ellos. De eso a ser un gran entrenador hay un buen trecho y muchos años de preparación, experiencia y Títulos, así en plural, porque una golondrina no hace verano.

“¿y el seguimiento para los talentos mexicanos en el futbol, sea jugador o técnico?”

Y la preparación de estos mismos, y sus ganas de superarse y mantenerse. Y su entrega y profesionalismo en cada partido. Y su humildad para reconocer sus errores. Y su mentalidad. No, no, no. No te ciegues Alejandro. Hay mucho trabajo, y la verdad es que la capacidad y experiencia de los entrenadores Mexicanos es muy limitada.

Me parece que de todo este embrollo lo más desafortunado ha sido ver como Chucho Ramírez ha caído victima de su propia ambición. Era difícil que resistiera los dulces flirteos de la dama que viste de verde y de la cual todos quieren aunque sea una probadita. Chucho cayó redondito a sus pies y de repente hasta me recordó al personaje de “El Señor de los Anillos” al ver como se le descomponía el rostro cada vez más conforme se acercaba el momento de la inevitable despedida.

Y yo que pensé que si había alguien que podría mantener los pies en la tierra era el.

En fin. A ver que pasa.