Tuesday, March 18, 2008

¡Adiós Hugo Sánchez, adiós!

Buscándole el lado positivo a las cosas, a lo mejor fue algo bueno que la Selección nacional fuese eliminada de los Juegos Olímpicos Beijing 2008. Por la manera en que se dieron las cosas esto puede significar la salida del nefasto Hugo Sánchez de la dirección Técnica del Tri.

Hugo Sánchez tiene que dejar al equipo. Esta claro que no tiene la capacidad suficiente, ni los conocimientos táctico-estratégicos necesarios para llevar a un equipo a niveles de excelencia. Desde que tomo a la Selección Nacional el equipo se ha visto escueto y con muy limitados momentos de buen futbol.

Lo peor de todo es que Hugo Sánchez no admite sus errores. Siempre tiene una excusa ajena a él y eso agrava aún más la situación, porque al no tener él una culpa en el asunto no tiene por que cambiar en su formas y eso solo lo va a llevar más al fondo en su travesía.

Sí, el tipo fue un jugadorzazo. Sí, el tipo puede ser un ganador en toda la extensión de la palabra, Sí, su personalidad y aplomo le sacó a flote ante la adversidad cuando jugador. Sí, ganó 5 campeonatos de goleo en España (que no son enchiladas). Pero nada de esto le convierte en un director técnico con capacidad para dirigir a una Selección Nacional.

Monday, March 17, 2008

Adios Beijing 2008


Coraje.
Tristeza.
Frustración.

Hay de maneras a maneras. Hemos visto a equipos Mexicanos quedar eliminados en diferentes instancias en varios torneos. De hecho, lo vemos casi cada vez que participamos, pero lo de esta eliminatoria no tiene nombre.

Hugo Sánchez debe salir. Si tuviese un poco de vergüenza, debería presentar su renuncia. Sí en verdad le interesa tanto el bien del Futbol Nacional, Hugo debe de hacerse a un lado. Él no es el indicado.

Desde que Hugo tomó el timón de la Selección Mexicana esta se ha visto inoperante y desconectada. Empezó con la mayor no logrando desarrollar un futbol efectivo, y ya no digamos vistoso, en ninguno de los torneos en los que ha participado. Tal vez por momentos muy contados durante la Copa América en Venezuela, pero si somos sinceros esos momentos de buen futbol se dieron gracias a la calidad de los futbolistas que en su momento integraron al combinado nacional.

La verdad es que Hugo Sánchez no ha sabido proyectarse como el líder que presume y mucho menos el estratega que debería ser. Esta claro que los jugadores, tanto los juveniles como los mayores, no lo consideran un técnico con la capacidad suficiente como para dirigir al combinado nacional y fuera de cualquier apasionamiento, es evidente que no lo es.

Hoy le decimos adiós a los juegos olímpicos. Adiós Beijing. Adiós a la posibilidad de una medalla. Adiós a la experiencia internacional. Adiós a la gloria olímpica. ¿Adiós a Hugo?

Coraje.
Tristeza.
Frustración.

Que caray.

Tuesday, March 4, 2008

Alfredo "El Harapos" Morales



Hay Muchas cosas que me gustaría decir del “Harapos” Morales, y (para bien o para mal) todas ellas con el peso propio de la parcialidad que conlleva el conocerle tan bien y por tanto tiempo. Alfredo “El Harapos” Morales fue un jugador de futbol profesional en México. Brilló con luz propia en el Futbol Mexicano y fue siempre un referente de los equipos en los que militó, en especial del Zacatepec.

Parecería que “El Harapos” se hizo de la nada, al menos en lo que a preparación profesional se refiere. Llego algún día a mediados de los 70’s a la ciudad de Guadalajara
con una maleta maltrecha, unos cuantos cambios de ropa y con una inconmensurable hambre y sed de triunfo, metafóricamente hablando al principio, pero no pasó mucho tiempo antes de que estas se volviesen literarias.

El Harapos buscó acomodo en varios equipos profesionales de la Primera División Mexicana, lo cual implicaba trasladarse largas distancias generalmente a pie. Alguna vez le escuché decir que cuando fue con el Atlas le dijeron que tenían a decenas de jugadores como el. Que equivocados estaban. Pues no solo no tenían ellos a un solo jugador como el, sino que no había en todo el Futbol Mexicano un jugador equiparable al Harapos.

Eventualmente, el Harapos Morales encontró cabida en el Nacional, un modesto equipo de la Segunda División Mexicana, donde mostró su gran calidad y obtuvo la proyección necesaria para ser tomado en cuenta por los grandes clubes. Fue el Club Jalisco quien finalmente dio al Harapos Morales la oportunidad de debutar en la Primera División nacional. Y fue en este equipo en el que el joven de cabellos güeros retorcidos, enmarañados, que se elevaban varios centímetros por sobre su cráneo se dio a conocer y mostró por primera vez a nivel nacional su impresionante y endiablada habilidad y su no menos extraordinaria capacidad física.

Se le recuerdan innumerables tardes memorables en el estadio “Jalisco.” Jugó apenas un par de temporadas ahí antes de ser transferido a los Tigres, pero dejó una huella profunda en esa ciudad, labor nada sencilla en un lugar en donde el futbol se respira en cada esquina y los ídolos y figuras abundan desde los inicios del deporte en este país. Pero el Harapos estaba hecho de una madera especial, una madera de campo, insubordinada, rebelde, descarada, insolente y noble. Conectaba con la tribuna como pocos y lo mismo generaba cánticos espontáneos que elaboradas porras.

El “Harapos” tenía el poder de poner de pie a los espectadores después de algún quiebre magistral y casi-casi de prestidigitador, y de sembrar defensas contrarias en los campos en los que regaba su magia. El Harapos Morales hizo mancuernas de miedo con goleadores implacables, como Oswaldo Castro “El Pata Bendita,” en el Jalisco y tiempo después con el espigado Ricardo Castro en Zacatepec.

Se puede decir que cuando el Harapos llegó al Zacatepec llegó a donde finalmente debió de haber estado desde un principio. La comunión del jugador con el equipo fue inmediata y la afición le reconoció como su estandarte y referente. Fue arropado por un equipo formado en su mayoría por jugadores locales como uno más de la banda y los resultados fueron inmediatos.

La Selva Cañera pronto se convirtió en un temible infierno para los equipos visitantes, quienes rara vez rescataban algún punto. El Harapos, hombre de pueblo, de formación férrea y carácter indomable vivió sus mejores años futbolísticos en “El Coruco Díaz” a finales de los 70’s y a lo largo de los 80’s.

Pocos jugadores en la historia del Futbol Mexicano han llamado tanto la atención como el Harapos Morales. Por su gambeta, su vertiginosa velocidad, lo templado y preciso de sus centros que eran prácticamente medio gol, por su manera de encarar y desnudar defensas, por su personalidad y carisma. Yo recuerdo al Harapos Morales con cariño porque cada que jugaba lo dejaba todo en la cancha. Le recuerdo como un ganador y líder indiscutible. Le recuerdo porque dio todo lo que pudo dar por el futbol.